viernes, 3 de agosto de 2018

XI. Realidad



realidad
1. f. Existencia real y efectiva de algo.
2. f. Verdad, lo que ocurre verdaderamente.
3. f. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico e ilusorio.



Día 1 // 12 febrero.

21:00 -> Llevo aquí desde las (supongo) 7 de la tarde. Me han quitado los cordones de las botas, el móvil, el ipod y cualquier cosa susceptible de ser utilizada como arma o me permita colgarme del cuello. Tengo dos libros. Tela, Palanhiuk y Hesse. Inocentemente, “Asfixia”. Tócate los huevos. Me gustaría mandarle esto a alguno de esos escritores que admiro.
No puedo dejar de pensar en Kubrick y en el nido del cuco. Especialmente tras ver a mi compañera de habitación; creo que me van a tener que drogar el triple de lo normal porque tengo miedo a que me asfixien mientras duermo (y si alguien tiene que matárseme, soy yo). Las caras. Los andares. Los ojos. Sobre todo los ojos.
Todo es como un laberinto; las puertas están obviamente cerradas y esto es un pasillo infinito con habitaciones de inquilinos aterradores. Parece que se entienden, o van tan medicados que los han anulado. Hay una puerta donde llevan comida en bandejas (no a la sala común donde todos acabamos de cenar), donde supongo que están los agresivos. Las almas libres, los humanos incomprendidos, la verdadera naturaleza. Locos. Todos preguntan por qué estoy aquí, pero nadie entiende lo que significa depresión (“lloras mucho?”). Los más normales, (los más jóvenes) politoxicómanos, y un chavalín con las inconfundibles vendas en las muñecas. Dice que cuando lo saquen de aquí, se va a la cárcel. 19 años, pobre tonto. Huérfano y drogadicto. Un colocón que se le fue de las manos y acabó en las muñecas. A Sheila la encontraron en bata y chanclas una noche de lluvia, drogada, tras una desaparición y una denuncia. Me cuenta más tarde que se graduó en Periodismo por la Complutense no hace mucho. También que le quitaron las tarjetas de crédito, porque en una de las salidas para fumar, consiguió meter cocaína en el psiquiátrico. La veterana, Sonia, es una ultracatólica (a la vez que blasfema) cincuentona, protestona y que se burla de todo el mundo. Parece ser que mi apariencia de adolescente ha hecho que le caiga en gracia. Joder, Palanhiuk, cómo lo gozarías en éste sitio.
Casi todos llevan parche de nicotina. Algunos parecen normales, pero solo yo parezco asustada. No sé cuántas veces he escuchado “no es culpa tuya” en las escasas dos horas que llevo aquí. Justo antes de salir de casa, estaba escuchando lo contrario a gritos. Creo que solo lo repiten para intentar convencerse a sí mismos. Noto la ansiedad aumentando y la necesidad del cigarrillo de después de la cena. He rechazado los chicles y los parches de nicotina. No sé por qué.
No sé cómo estará mi hermano ni qué pensará de mí. Echo de menos a Pi, mucho. Intuyo que esta noche va a ser especialmente jodida. Cada vez que pienso un mínimo, se me escapan las lágrimas y sobre todo, los mocos. Las caras de las enfermeras son terribles. Me han preguntado si las entiendo bien cuando hablan. Mi cara de pánico debe responder por sí sola. Las enfermeras, vaya huevos.
Escribo esto de la sala común, donde los más cuerdos van a pasar el rato. Periódicos, unas revistas, puzzles y una tele. Nada peligroso o que pueda ser usado como arma, aunque de todas formas siempre hay un par de enfermeras presentes.
He preguntado los horarios, súper estrictos y a las 8:30, arriba. Para hacer absolutamente nada.


No sé cuánto tiempo voy a estar aquí. No dejo de temblar y no sé qué hacer. Debo parecer desorientadísima, sobre todo con las frecuentes
discusiones y gritos. Sheila me dice “tranquila, aquí todos estamos chalados”. Bienvenida, Alicia

-Extracto de "Memoria de un ingreso", 2016

lunes, 24 de abril de 2017

(Interruption)

Yo no pasé a través del espejo, yo lo rompí.
Rodeada de personajes de cuento y de casos de libro, siento que mi pertenencia aquí escasea.
Ausencia por vergüenza, callada por respuesta.

Aquí ya no quedan héroes.

jueves, 6 de abril de 2017

XX. Welcome, Ms Desolation.

desesperación

   1. f. Pérdida total de la esperanza.
   2. f. Alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo.  
   3. f. Persona o cosa que provoca desesperación.





Distráeme.
La guerra ya ha empezado 
y han empezado a exhibir su mediocridad,
esperando palmaditas en la espalda
y alguna comida de polla.

Distráeme.
Comiéndome las uñas y usando 
el olvido como forma de lealtad,
para defenderme de varios besos
y buenas noches de los que se me ha acusado.


Que en alguna parte,
algo ha empezado a brillar otra vez,
necesito salir del desprecio sin criterio
sin arañarme los pensamientos.
Creo que mi alma es de segunda mano.

El wifi no se cae nunca del todo,
va y viene, que es peor.
Es una buena analogía de mi vida.




domingo, 18 de septiembre de 2016

XIX. Life is a glitch (and then you die).

quemarropa.
 (a quemarropa)
1. loc. adv. Desde muy cerca.
2. loc. adv. De modo brusco y demasiado directo.








Tengo los ojos oxidados.
El silencio, por las noches,
es ensordecedor.

Entre humo y niebla
nace la Inevitable Necesidad,
donde el héroe siempre logra huir
del presente]
donde siempre tendré hueco para ti
debajo de la lengua]

Existimos con timidez, derrochando subconsciente,
con la oportunidad de vivir y el privilegio de recordar.
Nos esperan cosas bonitas, verdad?

Los que con fe llaman milagros
a lo que los valientes, que nos mutilamos
a mordiscos]
llamamos casualidad.

Rechazo una vulgaridad casi condenable.
Llamadme escéptica,
pero soy a quemarropa.





miércoles, 11 de mayo de 2016

XVIII. Igual.

igual
(Del lat. aequālis).

1. adj. Que tiene las mismas características que otra persona o cosa en algún aspecto o en todos.
2. adj. Dicho de una superficie: Lisa, que no tiene cuestas ni profundidades. 

3. adj. Muy parecido o semejante.
4. adj. Proporcionado, en conveniente relación.
5. adj. Constante, no variable.
6. adj. Del mismo valor y aprecio.
7. adj. De la misma clase o condición. Apl. a pers., u. t. c. s.
8. adj. Geom. Dicho de una figura: Que se puede superponer a otra de modo que coincidan en su totalidad.
9. m. Mat. Signo de la igualdad, formado por dos rayas horizontales y paralelas (=).
10. adv. De la misma manera.
11. adv. A pesar de todo, no obstante.
12. adv. coloq. quizá.











Siempre quise ser una femme fatale,
pero nunca tuve la capacidad para ello.

Nos levantamos un día con la boca llena de silencio,
viviendo buenos tiempos,
ya me obsesionaré luego].
Pensaste que era la guerra,
y por muy poco,
no te habrías equivocado.

Llenarnos los bolsillos de nieve
no fue la mejor elección.

Sangre, llanto y luz en el culmen de la decadencia,
ser imbécil nunca fue tan caro.
Y la curiosidad mató al gato, pero
la causa de la curiosidad era la muerte,
esperando a que aparezcan los Santos Cofrades de la Conciencia,
para exigirnos que bufoneemos
en alguno de estos capítulos.

Y cuando algo se jode,
que siempre es en un instante,
lo afilado va por dentro.

Quise subirme a todas las montañas
y saltar al vacío.


Pero señores, no se dejen engañar por el gato.
De alguna forma, todo sigue igual.





jueves, 3 de septiembre de 2015

XVII. Errores.

error.
(Del lat. error, -ōris).
1. m. Concepto equivocado o juicio falso.
2. m. Acción desacertada o equivocada.
3. m. Cosa hecha erradamente.
4. m. Der. Vicio del consentimiento causado por equivocación de buena fe, que anula el acto jurídico si afecta a lo esencial de él o de su objeto.







  

Me gusta hablar con mi gata
por cómo me mira.
Me gusta hablar con mi gata
porque sé que entiende
todo
lo que le digo
pero
simplemente le da igual.

No juzga.
No opina.
No finge.

Quieren lo que quieren
y nada más allá.
Un sitio donde dormir
todo lo que les plazca]
La comida que les apetezca;
Y el tiempo pasar.
Observando.

No cometen errores.
Ya no.
Miles de años de existencia
les han servido para diferenciar
lo necesario de lo accesorio
lo básico de lo superficial.
Miles de años
de ensayo y error.
Para no volver a repetir.

He aprendido de los gatos
que solo
viven para vivir.

Me gusta mi gata
porque no sufre si no estoy.
Porque,
como todos,
se busca la vida.


Y duerme conmigo
si estoy.
Y condescendiente,
acepta innecesariamente mi cariño.
Y silenciosa como un espejo
me recuerda
cuánto me queda por aprender.

Vivir para vivir.




martes, 25 de agosto de 2015

XVI. Noventa veces.





noventa.

(Del lat. nonaginta, con cruce de novem).

1. adj. Nueve veces diez.
2. adj. nonagésimo (ordinal).
3. m. Conjunto de signos con que se representa el número noventa.





Nunca hubo perfección y nunca podrá haberla.
No existió.

Podría equivocarme noventa veces,
y me seguiría sorprendiendo;
aunque fuese demasiado tarde
para morir joven]
aunque fuese demasiado difícil
intentaría morder las balas]
No querría hacerlo de otra forma;
Tampoco quedó más remedio.

Con la cara contra el cristal
podría mirar el fuego.
Noventa veces
me protegió de todo,
incluso de lo que no existía]
Noventa casos 
de destrucción constructiva.

Todos perdimos la fe;
pero bajo tu libertad,
sigue existiendo.