lunes, 15 de septiembre de 2014

III. Silencio.

silencio.
(Del lat. silentĭum).
1. m. Abstención de hablar.
2. m. Falta de ruido. 
3. m. Falta u omisión de algo por escrito.
4. m. Der. Pasividad de la Administración ante una petición o recurso a la que la ley da un significado estimatorio o desestimatorio.
5. m. Mil. Toque militar que ordena el silencio a la tropa al final de la jornada.
6. m. Mús. Pausa musical.


Qué hacen ustedes ahí, en grupo, mirando al cielo?
Por qué insisten en mirar así, con sus cabezas altas
e inclinadas,]
como si concentrasen en ese gesto el silencio del mundo?
Qué quieren demostrar? Qué aguardan?
En el cielo no hay nada. Ni siquiera un pájaro
cruza el espacio vacío de la tarde.
Y, sin embargo, ustedes insisten en mirar hacia arriba,
persiguen algo próximo o maquinan lejos algún signo
secreto,]
el misterioso azul que nos contempla.

Nada extraño acontece. Sólo que ustedes miran,
permanecen inmóviles, agrupados y mudos,
mirando hacia arriba, y no hacen otra cosa,
y así permanecen ausentes, concentrados en lo mismo,
ese mirar al cielo, esa postura firme,
como si hubiese algo por descubrir en la altura.

La tarde va pasando y ustedes insisten,
siguen mirando en grupo, compactos y y en aliento
hacia un cielo inconcreto, un territorio absorto
en su desnudez sonámbula.]
Y ya vale, señores, tanto mirar tiene límite.
Por qué siguen con esas? En el cielo no hay nada.
Ni siquiera hace viento. Solo la tarde se derrumba
sobre su propia sombra.]

Y ustedes, incólumes, acechantes, hieráticos
en el vertical silencio, en una distancia grave,
mirando hacia el cielo, solos, unidos, ajenos
al deseo y a la muerte,]
simplemente mirando,
esperando quizás,
solo esperando,
la posible llegada
de lo desconocido.



https://www.youtube.com/watch?v=ttEMYvpoR-k

viernes, 5 de septiembre de 2014

II. Mi sello.

sello.
(Del lat. sigillum).
1. m. Trozo pequeño de papel, con timbre oficial de figuras o signos grabados, que se pega a ciertos documentos para darles valor y eficacia.
2. m. Sello postal.
3. m. Utensilio que sirve para estampar las armas, divisas, cifras y otras imágenes en él grabadas, y se emplea para autorizar documentos, cerrar pliegos y otros usos análogos.
4. m. Marca que queda estampada, impresa y señalada con un sello.
5. m. Casa u oficina donde se estampa y pone el sello a algunos escritos para autorizarlos.
6. m. Hombre que sella.
7. m. Especialmente en discos, libros y películas, marca registrada.
8. m. Anillo que, en la parte ancha, lleva grabadas las iniciales de una persona, el escudo de su apellido, etc.
9. m. Carácter peculiar o especial de alguien o algo, que lo hace diferente de los demás.
10. m. Disco de metal, cera o lacre que, estampado con un sello, se unía, pendiente de hilos, cintas o correas, a ciertos documentos de importancia.



Siempre me han molestado los ruidos repetitivos como el de un reloj, el de una gotera. El gato corriendo por el suelo de parqué no debería hacer ruido por la naturaleza de sus patas y lo hace, lo hace y no lo entiendo y probablemente sea el no entender lo que me saca de quicio y siempre hay tantos ruidos a mi alrededor que nunca me siento realmente tranquila.
Nunca me siento tranquila porque siento que mi cabeza siempre va por delante de mi cuerpo y si mi cuerpo para, mi cabeza sigue corriendo por sitios que yo no conozco y me preocupa, me preocupa a dónde pueda llegar sin mí y si será un sitio que yo no nunca podré alcanzar.
Hay quien dice que nunca hablo claro, que me falta firmeza y resolución, pero considero que nunca lo hago intencionadamente, siempre digo lo que creo que tengo que decir y nunca digo lo que quiero decir realmente, lo que me deja en un limbo de indecisión para mis confusos interlocutores que no saben leer entre líneas, porque nunca saben (ni sabrán) y nunca se dan cuenta (ni se darán) de que siempre digo lo verdaderamente importante y creen que me burlo de la gente porque creen que yo sí sé lo que está sucediendo porque nunca llego a un acuerdo conmigo misma.
Siempre utilizo demasiado términos como “siempre” y “nunca”, y quizás no soy consciente de lo radical de sus significados, de lo graves que son y que los uso como si no tuviese términos medios, como si nunca me hubiese parado a pensar cuántas veces he hecho algo que dije que no haría nunca y cuántas veces dejé de hacer algo que dije que haría siempre y que siempre digo que voy a hacer cosas que nunca hago.
Creía que siempre iba a ser así y que nunca iba a cambiar. Porque yo soy el término medio.






miércoles, 3 de septiembre de 2014

I. Fuckday Reminder.

hoy.
(Del lat. hodĭe).
1. adv. t. En este día, en el día presente.
2. adv. t. Actualmente, en el tiempo presente.







Ese día. Éste día. El día en el que empiezan el resto de tus días. Corta ahí y párate a pensar en lo que has sacado, en lo que hemos sacado, en lo que he sacado. Vacío, vacíos y la nada y de la nada lo peor. Vivir en el infierno y tratar de ignorarlo es un buen plan si no tienes otro mejor, pero hoy yo estoy cansada y no me apetece fingir, hoy puedes abrirme en canal para buscar algo concreto que creas que tengo dentro pero puede que cuando me rajes el pecho solo encuentres pulmones. Es lo más lógico que puedes esperar, porque todo lo demás es demasiado poético como para ser cierto.
Hoy no me importa nada más allá de mis dedos y lo que pueda hacer con ellos, porque con ellos puedo sentirlo todo e incluso más de lo que pensaría que podría sentir y más de lo que me gustaría sentir. Descubrir que tienes dedos otra vez es una sensación maravillosa, yo perdí los míos trabajando, trabajaba soldando con oro y después pintando de negro y me preguntaba por qué nunca ganaba nada, y mis dedos estaban negros por fuera y dorados por dentro, y ya no me dolían, y después la pintura se fue y tuve los dedos de oro y la gente me señalaba por la calle, pero nunca los señalé de vuelta. Nunca volví.
Nunca volví o nunca me fui, y nunca estoy segura de ello, porque mis dedos siguen siendo de oro pero el sitio es mismo aunque lo vea diferente o quizás sea diferente y lo veo igual, supongo que no importa demasiado. Pensándolo bien, pensé mal. Pensé que era un buen negocio y no me daba cuenta de que perdía más de lo que querría tener, pero eso está todo ayer, hoy es hoy y hoy voy a usar mis dedos de oro. Hoy, seré Bukowski para ti, hijo de puta.